Toleran muy bien situaciones de sequía; son especies de climas semiáridos. En relación a las heladas, no todas las especies las resisten. Las especies de hojas verdes, suelen ser más sensibles al frío, y exigen temperaturas mínimas de 5 ºC.

Las especies más pequeñas, de hasta 30 cm. de altura, florecen entre 8 y 14 años. Las especies superiores a 5 metros de altura, pueden llegar a tardar entre 20 y 40 años en florecer.

Requieren situaciones de buen sol. En suelos sueltos, arenosos y perfectamente bien drenados. No toleran encharcamientos, ni excesos de riego.

Para un sano crecimiento lo ideal es proporcionar buen sol y un suelo muy drenado que puede ser 50% tierra + 50% una mezcla mineral (grava, piedra volcánica, trozos de arcilla, etc, combinados en trozos grandes y pequeños). Este sustrato les proporcionará los nutrientes necesarios y permitirá que las raíces respiren mejor.

Por el tamaño que puede llegar a alcanzar, a menudo se planta como ejemplar aislado, ya que con el tiempo le irán surgiendo hijuelos.